jueves, 13 de noviembre de 2014

“Los médicos debemos comprometernos”







“Los médicos debemos comprometernos”

Las acciones  políticas que realizamos  los médicos depende de si somos o no  conscientes de que podemos desempeñar un rol  social como grupo o si creemos que nuestro  cometido se limita solo a opinar directamente sobre asuntos de salud sin implicaciones.
 En la práctica, los médicos también debemos considerar cómo  participar e intervenir en la solución de los problemas.

Esto tendrá necesariamente consecuencias para las asociaciones donde nos  agrupamos, colegio médico u otras. Estas organizaciones deben responder a los deseos de sus integrantes y de la comunidad, ya que en la mayoría de los países, somos en general personas respetadas por la población. 
Tenemos por lo  general mayor instrucción  y mejores remuneraciones que el resto de la sociedad.

No es sencillamente aceptable que los médicos descarguemos siempre en “otros” la responsabilidad de encontrar soluciones expresando su opinión.  Creo que no basta solo con hacer  presión o campañas para  influir de cualquier otro modo en quienes toman las decisiones.

 Los médicos hemos  demostrado en muchos ámbitos nuestra  habilidad para influir en la opinión pública, debido probablemente a los  conocimientos adquiridos en la formación, en la práctica diaria de la medicina y  porque tenemos cierta empatía con la ciudadanía;  por lo tanto, podemos organizarnos con cierta facilidad  en grupos y acceder a los medios de comunicación.

Estos atributos deberíamos también usarlos en beneficio de la salud pública, lo que debe incluir  sensibilizar  a los políticos y a la población de la gravedad de los sufrimientos que ocasionan ciertos vacíos legales, que permiten abusos.


Los médicos también deberíamos buscar la manera tanto de prever las potenciales  amenazas a la salud y ayudar a mitigarlas de manera eficiente y sin aspavientos. La contaminación de la ciudad es un claro ejemplo de ello.

 A veces muchos afirman que no nos podemos comprometer a participar más activamente, contra ciertas políticas, ni siquiera en favor de ciertas urgencias de los más pobres, por diversas razones, de las más variadas. Sin embargo estas razones no nos impiden  opinar sobre el hábito de fumar o sobre la política sanitaria.


 Creo que necesario que cada día más los médicos nos comprometamos con la sociedad en que vivimos, poniéndonos al lado de la gente, aprovechando  nuestras herramientas y conocimientos en favor ciudadanía, pero siempre en una perspectiva de salud pública que tanto requiere la ciudad, la  región de Antofagasta y Chile.



Mis saludos y mis respetos, 
 Dr. Hugo Benítez  

martes, 8 de abril de 2014

La contaminación en Antofagasta es muy grave.

La contaminación en Antofagasta es muy grave.




  Muy preocupante es la grave situación de contaminación que tenemos en la ciudad, producto probablemente del transporte de minerales a granel por la  ciudad y su acopio, embarco y desembarco por el puerto de Antofagasta ubicado hoy por hoy en la ciudad más  poblada de la zona Norte del país. 

   Lo anterior ya es  algo indesmentible, luego de tres diferentes estudio realizados al “polvillo” depositado en cornisas y diferentes estructuras de edificios vecinas al puerto de la ciudad, así lo han demostrado, señalando cifras elevadísimas de metales pesados como Plomo, Cobre , Zing , Manganeso , Molibdeno , Fierro ,  también Arsénico entre otros y todos varias veces lo que indica la norma.





     Lamentablemente ni la autoridad ambiental o de salud,  hasta la fecha han tenido la capacidad de fiscalizar, más aún siguen aprobando proyectos entre gallos y medianoche, sin los estudios de impacto ambiental serios y de cara a la comunidad sobre en “estos proyectos”  que si son riesgosos y altamente contaminantes del medio ambiente, como el transporte de concentrados de minerales a granel.




 Por otro lado considero que mientras no se pruebe lo contrario  (y quien debe probarlo es  la empresa  a cargo del proyecto y no la comunidad o el Estado de Chile), estos concentrados deberían ser embarcados  por zonas portuarias Ad- Hoc y alejadas de los sectores poblados;  de modo que ante cualquier contaminación (que se producirá  o si o si) ésta no afecte de inmediato a las personas, dañándolas de por vida.

     Por un lado los antofagastinos debemos despertar y decir basta, y no seguir tolerando estas situaciones que ponen en riesgo la salud de adultos y niños, además por  generaciones  pero por otro lado  también las autoridades locales deberían ser muchísimo más estrictas y responsables al evaluar este tipo de proyectos,  especialmente aquellos cuyos procesos se realizan dentro del radio urbano. 


    Entonces a la hora de fiscalizar las industrias que son altamente contaminantes, no solo deben ser un mero reproductor o aplicador de la “normativa “ como algo inmutable, deben investigar , averiguar  e interiorizarse muy bien de que se trata un determinado proyecto antes de dar una autorización a procesos industriales que puede eventualmente significar un riesgo para otras personas, por mucho que esto signifique un gran negocio para muchos.




  
 Nuestra sociedad está cambiando y lo que antes se aceptaba como normal, hoy ya no, ahora sabemos un poco más, somos menos ignorantes, más educados  y  capaces de entender mejor  lo que nos puede dañar y por eso  ya no estamos dispuestos a pagar con nuestra salud y nuestras  vidas  el enriquecimiento de unos pocos, aunque esté un poco disfrazado como crecimiento económico del país, grito terrorífico que se escucha de algunos chovinistas, que no se dan cuenta que mientras unos pocos se llevan las millonarias ganancias de estos proyectos contaminantes, la mayoría del pueblo sufre las consecuencias y sus ingresos económicos tampoco mejoran sustancialmente, sino al revés, muchos

se van en gastos de salud…




Mis saludos,

Dr. Hugo Benítez Cáceres                                                                               
 Concejal IMA


   

jueves, 20 de marzo de 2014

¿Dónde está la Responsabilidad social empresarial?





¿Dónde está la Responsabilidad social empresarial?


Estimados vecinos, mi afán no es polemizar con ningún empresario, ni portuario, menos ofender a determinadas personas, sin embargo ha llegado  el momento de decir “basta”. El colegio médico ha solicitado a la autoridad sanitaria que realice una fiscalización al puerto Antofagasta y también ha tomado muestras, porque tiene la certeza de que allí no se cumple la precaria normativa medio ambiental chilena, ni con los trabajadores, ni con la comunidad. Eso ya es más que evidente, tanto que  el propio Diario El Mercurio ha hecho mediciones de los contaminantes frente al puerto y ha demostrado que los niveles de los  diversos contaminantes están muy elevados . Ante estos graves  hechos  cualquier empresario con dignidad y mínima ética, bajaría los brazos y reconocería la catástrofe medio ambiental a la que tienen sumida a la ciudad de Antofagasta, con sus malas prácticas y poca rigurosidad en los “protocolos” de transporte,  embarque y desembarque de concentrados de minerales, que además son insuficientemente fiscalizados por las autoridad sanitaria y medio ambientales; que rayan en la negligencia. Sinceramente creo que en estas condiciones el puerto de Antofagasta debería ser cerrado por las actuales autoridades, hasta que nos aseguren que las  cargas y descargas a través de este puerto sean realmente seguras.

¿Qué nos hace diferentes?



Es lamentable y patético ver como algunas personas, dentro de su ignorancia o peor aún, por “intereses creados”, están dispuestos a defender lo indefendible. Entiendo perfectamente que las empresas y entre ellas la empresa portuaria está convencida que sus instalaciones son las mejores del planeta y aseguren a todos que no contaminan, pero la evidencia encontrada en el caso del puerto de Antofagasta, demuestra  que es todo lo contrario. Además en ninguna parte del país se trasladan y embarcan concentrados de minerales con contaminación “cero” o sin impacto medio ambiental.  Entonces:  ¿Por qué hacerlo por la ciudad más poblada del norte grande; sacrificando la salud de la gente por generaciones, como la herencia que nos ha dejado el arsenicismo del agua entre los años 56 al 70???
Algunos, le echarán la culpa al cigarrillo de los altos índices de cáncer en la región  y  es cierto, el cigarrillo produce cáncer de pulmón,  pero  ¿Por qué en Antofagasta  es  muchísimo  más frecuente y la primera causa de muerte las mujeres?   ¿Y  por qué  nos morimos primero por cáncer y no como en el resto del país, por enfermedades cardiovasculares?  ¿Y por qué éste y muchos otros cánceres son varias veces más frecuentes que en resto del país? ¿Qué nos hace diferentes?


El famoso galpón de acopio, estructura metálica inerte que ha comenzado a levantarse frente a nuestras narices en el puerto,  se transformado en el "ícono" de la contaminación de la perla del norte y ni siquiera hablaremos de los estético de esta estructura, sino de lo que ella representa: transporte, acopio y embarque de concentrados de minerales cobre  a granel , (Que no solo contiene cobre, sino una gran cantidad  de otras sustancias químicas peligrosos o riesgosas para la salud de las personas) ; el problema real es que su trasvasije de minerales a granel  nunca es 100% seguro y siempre ha demostrado filtrarse haca el medio ambiente que lo rodea, generando una odiosa contaminación.

¿Responsabilidad social empresarial?

Sinceramente creo que ya es hora de decir “basta” de seguir agregando contaminación a las viviendas y calles de nuestra querida ciudad, que bastante daño ha sufrido en el tiempo por la contaminación del agua y del ambiente. Lo mismo que se hace hoy al sacar minerales a granel por el puerto de Antofagasta y que se pretende incrementar con este proyecto, se bien  puede hacer por otro lado y sacar o embarcar  estos minerales por lugares no poblados. De hecho la Minera Sierra Gorda, tenía originalmente un proyecto para sacar el concentrado  por  un mineroducto hacia el puerto de mejillones...  Pero que en una genial idea, seguramente para ahorrarse una gran cantidad de millones, lo cambiaron y decidieron hacerlo por el centro de la  ciudad más poblada de la zona norte del país, con un alto riesgo de seguirnos contaminando aún más.   ¿Es eso razonable?  ¡Creo que no!

Ahora si legislación fuese más estricta o severa  y las mineras tuviesen que  indemnizar  los “altos costos” en vidas humanas que genera esta actividad productiva o pagar los  “altos costos” en tratamientos de los diversos cánceres que ha sufrido la gente de esta región y de la cual solo el estado se hace cargo parcialmente. A lo mejor comenzarían a sacar sus minerales y productos tóxicos por los lugares más  apartados de la población como sea posible y extremando las medidas de seguridad para evitar contaminar aunque sea “un poquito”,   a lo mejor  usando sacos o contenedores cerrados o herméticos.             
                           ¡No les quepa la menor  duda!  

¡Ahí recién comenzaría la verdadera responsabilidad social empresarial!


Mis saludos y mis respetos                                                                                 Dr. Hugo Benítez 

jueves, 6 de marzo de 2014

¡Y LA CIUDADANÍA DE ANTOFAGASTA DIJO BASTA! "NO AL GALPON"

     Y LA CIUDADANÍA DE ANTOFAGASTA DIJO BASTA!                                
                         "NO AL GALPON"


 Con fuerza y convicción la ciudadanía de Antofagasta dijo "basta" y se ha opuesto con  la consigna "NO AL GALPON", entendiendo que esa estructura metálica  enorme que se levanta  en el puerto de Antofagasta  a  pocos metros del KM Cero (0), pleno centro de la ciudad, es el símbolo de la contaminación industrial minera del puerto, que lejos de parar, se pretende incrementar con este nuevo proyecto, agregando mas polución y riesgo de enfermedades a la población, ya que esta  actividad  es altamente contaminante del medio ambiente que la rodea en todas partes donde se ha instalado. 

     Nadie duda que el puerto de Antofagasta ha contribuido al enriquecimiento del país en forma importante, toda vez que por el salen y entran anualmente miles de toneladas de concentrados de Cobre, Zing, Plomo y otros.Lo que según muchos (pero cada día menos) debería tenernos a todos muy contentos, sin embargo debemos decir que también esta actividad ha contribuido a la muerte y el empobrecimiento de miles de Antofagastatinos , que han contraído diversos cánceres, productos de la polución y contaminación ambiental provocada históricamente por la actividad portuaria de embarque de concentrados de minerales a granel; que en su trasvasije, irremediablemente han contaminado y siguen contaminando el ambiente que rodea el puerto, que lamentablemente es el sector poblado más grande de la zona norte de país, la Ciudad de Antofagasta;  capital minera de Chile y del Mundo.


     
    Lo  anterior es  consecuencia de que esta industrialización minera ha sido “irresponsable”, principalmente por ignorancia, al no ser capaces de entender el problema y “anticiparse” a los peligros.         


En esto el Estado de Chile tiene también mucha responsabilidad, pues debería haber participado más activamente, haciendo o exigiendo a quien corresponda (a través de normativas y leyes ad-hoc),  realizar los estudios adecuados que nos permitan realmente entender los verdaderos riesgos que estos productos potencialmente tienen para la salud las personas. 
    
 Se debe tratar de hacer entender a todos los empresarios y a quienes dictan las normas y leyes,  que no se puede contaminar  “un poquito” o “dentro de la norma”.
   
  Lo anterior es lo que nos tiene todos afectados, preocupados e indignados, por lo que exigimos que estos concentrados a granel se embarquen y desembarquen por puertos alejados de los sectores poblados. 


 Ésta lucha que ha emprendido la ciudadanía , no es contra el Puerto de Antofagasta, ni menos en contra la Empresa ATI  u otra empresa en particular, sino en contra de prácticas industriales  inadecuadas  y  riesgosas,  como el transporte y manipulación de cargas peligrosas  en  el centro de la ciudad más grande del norte del país, que ponen en riesgo la salud de la gente. 
    

El puerto de Antofagasta se debe ir convirtiendo paulatinamente en un “Puerto Limpio” donde no se produzca trasvasije de productos, donde todo sea transportado en contenedores. 


 Un puerto integrado a la ciudad, con una gran marina, una aduana con infraestructura turística  y de negocios, Hoteles y oficinas, que permitan desarrollar otro tipo de industrias “sin chimeneas”. A lo mejor más rentables y amigables con la ciudad.  




Mis saludos y mis respetos 
    Dr. HugoBenítez  
    Concejal  IMA