A
PROPÓSITO DE INFECCIONES INTRAHOSPITALARIAS
Para entender un poco lo que pasa hoy con
el Hospital Regional de
Antofagasta, principal recinto
hospitalario de la Región , hospital de referencia Supra-Regional de la Macro zona norte, título que
a veces dadas las circunstancias le hace poco honor a realidad.
No debemos olvidar que este Hospital atiende
al sector público de la salud de toda la región
y cuenta para esto con un presupuesto cercano a los 28mil millones de
pesos, pero que es insuficiente le faltan cerca de 5mil millones.
Es
por lo anterior que una deuda hospitalaria es explicable en parte por el
déficit financiero inicial, pero
indudablemente en este caso está asociado a una mala gestión, ya que no es fácil “manejar deuda” en
instituciones tan grandes como Hospital Regional Antofagasta, con mas o
menos 1200 funcionarios y con un evidente
déficit de personal de por lo menos 600
personas, para su óptimo funcionamiento.
Por lo
anterior no solo se necesita a “los
mejores” como dijo por ahí un ministro, sino, se necesita personas con “habilidades”
especiales, para convencer a todos, que es lo que se quiere de cada uno de
ellos y cuales son las “necesidades” de cada uno tiene para desarrollar su
actividad profesional al interior del
recinto hospitalario, acordes a la medicina del siglo XXI, con el fin de lograr
“rendir más” de los que normalmente se programa y para entre todos “impulsar” y sacar adelante este
gran barco llamado “Hospital”, por el bien de los enfermos y pacientes que finalmente,
son la razón última de la actividad hospitalaria.
Entonces
es evidente que ante un déficit o deuda
de 3.200 millones de pesos, que crece en aproximadamente 500mil pesos al mes, son
un verdadero “caldo de cultivo” para
que aparezcan infecciones oportunistas. Ya lo vivimos el año 2005 en la unidad de neonatología, con donde se
infectaron varios recién nacidos y lactantes, también en ese entonces estábamos
con un déficit presupuestario.
Recuerdo
que en esa crisis fue el propio
diputado Manuel Rojas quien
interpuso un recurso de protección a favor de los enfermos y en contra de la
directora de salud de la época
¿Hará lo mismo ahora el Diputado
en esta ocasión ante esta situación, que
es aún mas grave? ¡Lo dudo mucho!
Este
déficit presupuestario o deudas obligan apretarse el cinturón, disminuyendo
compras y retrasando pagos, lo que redunda en falta de insumos como jabón, alcohol, desinfectantes etc. y
además se estresa al escaso personal, creándose un clima laboral adverso y obviamente sumado a
la falta de insumos, relaja las medidas básicas de aseo e higiene.
Por lo anterior me parece preocupante que el
Director, en un programa de la
televisión local y tratando de “bajarle el perfil” a esta grave situación que vive el Hospital Regional,
pretenda responsabilizar a las “costumbres” de la gente en la génesis
y transmisión de esta infección intrahospitalaria. ¡Eso es inaceptable!
Las
infecciones intrahospitalarias, tiene causadas bien definidas y son
responsabilidad del recinto hospitalario donde estas ocurren, eso no se puede
soslayar.
Causas de
infecciones hospitalarias son:
Contacto con una colonia de microorganismos
patógenos arraigados en una instalación hospitalaria, contactos con portadores,
compartir lugares contaminados, visitantes portadores de infecciones
transmisibles, que las trasmiten por el aire
o en contacto con los enfermos hospitalizados, contaminaciones provocas
por el propio personal de salud que atiende los enfermos y una
instalación hospitalaria demasiado antigua y difícil de esterilizar.
Pero el recinto
ante una infección intrahospitalaria debe hacer algunas tareas:
Existen algunos
métodos aplicables, que pueden permitir reducir el número de afectados.
1.-Lo primero es comunicar “oportunamente” a todo el
equipo de salud del HOSPITAL de la ocurrencia de un “evento” de esta naturaleza.
2.-Distanciar a los
pacientes de los focos de contagio: Minimizar la presencia de visitantes y pacientes en los hospitales, al
mínimo imprescindible, extendiendo la asistencia médica al domicilio del
enfermo, puede permitir evitar o reducir el contagio con otros enfermos,
visitantes, o puntos de infección nosocomial, siempre que, las características
del paciente, el tipo de intervención, pronóstico y condiciones de su domicilio
lo permitan. También puede requerir la visita ocasional del paciente a su
centro de salud, o la colaboración de un familiar o sanitario particular, en el hogar.[]
3.-Recopilación de datos y análisis: Analizar las
características del proceso de hospitalización actual en la sanidad es un paso
importante que puede establecer indicadores estadísticos sobre las causas a
evitar.
4.-Refuerzo de la
profesionalización del personal sanitario: Otro factor de prevención es disminuir las rotaciones
del personal sanitario (eventualidad, sustituciones y cambios de turno), para
que de esta manera, también se reduzca la presión asistencial y permita a los
profesionales del sector, atender a la prudencia, sensibilidad, y observancia
de los protocolos de seguridad y asepsia.[]
5.-Pero lo más importante y básico para
disminuir al máximo las infecciones intrahospitalarias son:
La limpieza de un Hospital:
Esta se diferencia (o se debería diferenciar) de la que se realiza en
otros centros en dos aspectos fundamentales:
Las frecuencias de limpieza
deben ser mayores y las tareas deben
realizarse con mas minuciosidad, lo que se hace para evitar que los
enfermos sufran contagio de infecciones, erradicando de esta manera cualquier
foco de infección, creando un ambiente
estético agradable para los pacientes del centro, con lo que se sentirán a
gusto y mejorará su estado
de salud y bienestar. La limpieza sigue
siendo la mejor garantía de lucha contra la proliferación de gérmenes y bacterias.
Según el grado de higiene de cada zona del hospital, que va asociado al riesgo de
infección, podemos dividir el centro en tres tipos de zonas:
Zonas de Alto Riesgo: Unidades de cuidados intensivos, unidades de vigilancia intensiva,
quirófanos, antesalas a los quirófanos, zonas de hemodiálisis, etc. Estas zonas
deben ser limpiadas y desinfectadas en su totalidad de manera escrupulosa y con
una frecuencia muy baja. En estas zonas la limpieza y desinfección debe ser
total, con periodicidad de varias veces al día (o tras operaciones,
curaciones, etc.).
Zonas de Riesgo Medio: Cocina, vestuarios, duchas, piscinas, habitaciones de pacientes, salas
de descanso y tratamiento, consultas, etc. Sanitización. Limpieza especialmente
cuidadosa con higienizante o desinfectante.
Zonas de Bajo Riesgo: Oficinas, pasillos, halls y escaleras, ascensores, etc. Limpieza
eficiente y profesional.
La desinfección a través de la limpieza de una superficie tiene como
finalidad el combatir las infecciones aerobias y concretamente las que tienen
su origen en el polvo.
Las superficies con las que
los pacientes están en contacto pueden convertirse en verdaderos focos de
microorganismos patógenos.
Una limpieza frecuente (al menos una vez al día) y desinfección de las
superficies es esencial para reducir la diseminación de dichos gérmenes. La
importancia práctica de la descontaminación de las superficies debe ser
examinada en relación directa con su proximidad al paciente.
Las mesillas, veladores,
timbres, interruptores de la luz, el
cuarto de baño (bidé, lavamanos, inodoro, etc.), son superficies que requieren
una atención especial.
En un hospital se
habla mucho de desinfección, pero muchas veces no se tiene una idea muy clara
de lo que esto significa. Debemos saber que antes de aplicar un programa de desinfección se debe
haber limpiado adecuadamente las distintas zonas y que esta debe ser metódica
y con un plan elaborado previamente.
POR ÚLTIMO:
MIS SALUDOS Y MIS RESPETOS
DR. HUGO BENÍTEZ CACERES
CONCEJAL IMA
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